Fruit of the Loom, la ropa de la etiqueta de las frutas, tiene sus orígenes en el año 1851, cuando los hermanos Benjamin y Robert Knight compraron su primera fábrica textil en Warwick, Rhode Island. Comenzaron su producción bajo el nombre de B. R. & Knight Corporation. Unos años después, en 1856, Robert Knight visitaba a su amigo Rufus Skeel, el propietario de una pequeña tienda de Providence que vendía las telas de los hermanos Knight. Robert advirtió que sobre algunas de ellas la hija de Rufus había pintado unas manzanas. Aquellas telas, las marcadas, se vendían mejor, explicó su amigo, y Robert, maravillado, le pidió permiso para usar aquel dibujo como su marca.
Acababa de nacer Fruit of the Loom
El nombre, que podría traducirse como Fruta del Telar, es en realidad un juego de palabras, ya que reinterpreta la frase fruit of the womb, que significa fruto del vientre, y tiene resonancias bíblicas.
Siendo cada vez más reconocida, Fruit of the Loom se registró como la marca comercial número 418 en la Oficina de Patentes en 1871, un año después de la aprobación de la Ley de Marcas estadounidense.
Evolución del logo
El tan característico logo ha pasado por varias etapas a lo largo de su historia y ha cambiado algunas veces el diseño, pero siempre manteniendo los elementos originales que, desde 1893, componen la imagen, es decir, la manzana, las uvas y las bayas. No obstante, entre el primer diseño y el actual existe una gran diferencia. El logo original de 1893 era tan detallado que parecía una pintura, y la gran variación entre tonos hubiera hecho imposible su implementación hoy en día. También existe una versión del mismo que incluye únicamente la tipografía.
Nuevos tiempos
En los años 90 la marca alcanzó una gran popularidad, y era frecuente ver a los jóvenes vistiendo sudaderas y otras prendas con el logotipo de las frutas. Como se diría entonces, la ropa de la marca Fruit of the Loom era para flipar en colores.
Pero la moda noventera pasó y el nuevo milenio llegó cargado de malas noticias. Así, en 2002, Fruit of the Loom se declaraba en bancarrota. Warren Buffet, el magnate multimillonario, la compró por 835 millones de euros y desde entonces han trabajado en diversas estrategias, que incluyen la compra de otras empresas o la colaboración con diferentes personalidades para volver a poner la marca en el lugar que le corresponde.
